martes, 4 de junio de 2013

1.1.- EL TERMINO INNOVACION EDUCATIVA Y DONDE SURGE

¿QUÉ ES INNOVACIÓN?

La palabra innovación proviene del sustantivo latino innovatio.

         Su étimologia es novus, que constituye la base de un extenso campo léxico: novo, novitas, novius, renovo, renovatio, renovator, innovo e innovatio.

         Es interesante resaltar la existencia en latín del verbo novo (novare), sin prefijo, cuyo significado equivale al de los verbos innovar y renovar (RIVAS, 2003).

         Según el criterio de la Academia, el prefijo in-, de origen latino, en su primera acepción equivale a en, adentro, dentro de, al interior. 

         Por consiguiente, el prefijo in - aporta al lexema base  ±nov- un sentido de interioridad, sea como introducción de algo nuevo proveniente del exterior; sea como obtención o extracción de algo, que resulta nuevo, a partir del interior de una realidad determinada.

         Innovación sería, entonces, tanto el ingreso de algo nuevo, dentro de una realidad preexistente, cuanto la extracción o emergencia de algo, que resulta nuevo, del interior de una realidad preexistente.

         El sentido de “lo nuevo” no sólo se refiere a algo que es generado, instituido o presentado por primera vez, incluye también maneras nuevas de hacer algo que ya ha sido conocido o utilizado en otros tiempos o situaciones, pero que ahora se usa en nuevas circunstancias, en diversas combinaciones, incorporando nuevos elementos, etcétera.

         La innovación no es un acto, es un proceso en el cual se involucran personas, situaciones e instituciones que interactúan en un tiempo y espacio determinados.

         La innovación implica transformaciones en las prácticas, no sólo se identifica con lo que ocurre en el nivel de las ideas, de la reflexión o de la teoría, aunque se sustente en éstas.

          En suma, podemos afirmar que la innovación es una realización motivada desde fuera o dentro de la escuela que tiene la intención de cambio, transformación o mejora de la realidad existente en la cual la actividad creativa entra en juego.


¿QUÉ ES INNOVACIÓN EDUCATIVA?


         Varios autores han aportado con definiciones de innovación educativa. Entre ellos está Jaume Carbonell (CAÑAL DE LEÓN, 2002: 11-12), quien entiende la innovación educativa como: (un) conjunto de ideas, procesos y estrategias, más o menos sistematizados, mediante los cuales se trata de introducir y provocar cambios en las prácticas educativas vigentes.

         La innovación no es una actividad puntual sino un proceso, un largo viaje o trayecto que se detiene a contemplar la vida en las aulas, la organización de los centros, la dinámica de la comunidad educativa y la cultura profesional del profesorado.

         Su propósito es alterar la realidad vigente, modificando concepciones y actitudes, alterando métodos e intervenciones y mejorando o transformando, según los casos, los procesos de enseñanza y aprendizaje.

         La innovación, por tanto, va asociada al cambio y tiene un componente explícito u oculto- ideológico, cognitivo, ético y afectivo. Porque la innovación apela a la subjetividad del sujeto y al desarrollo de su individualidad, así como a las relaciones teoría práctica inherentes al acto educativo.

         Por su parte, Francisco Imbernón (1996: 64) afirma que: la innovación educativa es la actitud y el proceso de indagación de nuevas ideas, propuestas y aportaciones, efectuadas de manera colectiva, para la solución de situaciones problemáticas de la práctica, lo que comportará un cambio en los contextos y en la práctica institucional de la educación.
         De otro lado, Juan Escudero (PASCUAL, 1988: 86) señala que: Innovación educativa significa una batalla a la realidad tal cual es, a lo mecánico, rutinario y usual, a la fuerza de los hechos y al peso de la inercia. Supone, pues, una apuesta por lo colectivamente construido como deseable, por la imaginación creadora, por La Innovación Educativa, instrumento de desarrollo.

         Wilfredo Rimari Arias, transformación de lo existente. Reclama, en suma, la apertura de una rendija utópica en el seno de un sistema que, como el educativo, disfruta de un exceso de tradición, perpetuación y conservación del pasado. (...) innovación equivale, ha de equivaler, a un determinado clima en todo el sistema educativo que, desde la Administración a los profesores y alumnos, propicie la disposición a indagar, descubrir, reflexionar, criticar...cambiar.

         En educación, el proceso de innovación se caracteriza además por la complejidad que supone introducir cambios sustanciales en los sistemas educativos, dado que la mayoría de dichos cambios involucra también nuevas formas de comportamiento y un acercamiento diferente a los estudiantes. Aún cuando la innovación estuviera referida a materiales, como por ejemplo un nuevo tipo de libro de texto, ésta tiene que ir acompañada de una actitud favorable por parte de los docentes que se encargarán de manera directa de su utilización, de la comprensión de los supuestos teóricos y metodológicos que orientaron su elaboración, de la disposición a sustituirlos por otros que ya les eran ampliamente conocidos, etc.

         Así, las innovaciones en educación tienen ante sí, como principal reto, los procesos de adopción por parte de las personas, los grupos y las instituciones; las cosas materiales y la información son desde luego más fáciles de manejar y de introducir, que los cambios en actitudes, prácticas y valores humanos.
         Según Wesley, en la innovación educativa se dan tres procesos que son, de alguna manera, fuentes de la misma:

  • En primer lugar, las innovaciones ocurren generalmente mediante la acumulación de una variedad de cambios: algunos muy pequeños, como la introducción de un nuevo tipo de material didáctico, otros de mayor amplitud, como la transformación de los sistemas de formación de docentes; los diversos cambios se van desarrollando lentamente, pero por lo general, el efecto total es una mejora continua del sistema educativo en su conjunto.

  • En segundo lugar, existen los cambios que se desarrollan desde la base, esto es, la generación constante de nuevas ideas por parte de los involucrados en el sistema educativo, algunas de esas ideas, especialmente las que el sistema está preparado para asimilar, son transformadas e incorporadas en consonancia con sus propias normas y prácticas.

  • En tercer lugar, los cambios ocurren a través de decisiones emanadas de una política adoptada: una autoridad del gobierno central, regional o local, decide adoptar una idea nueva y dicta los reglamentos e instrucciones necesarias para llevarlas a efecto.

        
         Cuando se presenta la innovación como acumulación de una variedad de cambios, cuyo efecto total es una mejora del sistema educativo en su conjunto, habrá que considerar que, la mera acumulación de cambios, difícilmente traerá como consecuencia una innovación; se requeriría en todo caso, que cada uno de los cambios introduzca elementos nuevos que produzcan mejoras, y además, que los diversos cambios que están ocurriendo, apunten hacia objetivos comunes o complementarios.

         Cuando se explica que la innovación puede ocurrir como asimilación de las nuevas ideas que van surgiendo "desde la base", se corre el riesgo de asumir que no es necesario un proceso de sistematización, formalización, seguimiento y evaluación de lo que ocurre cuando dichas ideas se convierten en el sustento de determinadas acciones dentro del sistema, o de creer que las innovaciones se asimilan prácticamente de manera espontánea y natural.

         Finalmente, cuando se identifican como fuente de innovación decisiones emanadas de la política educativa, la experiencia ha mostrado que la historia de la educación hace referencia a múltiples ejemplos de cambios que jamás impactaron favorablemente a los sistemas educativos, por haberse introducido unilateralmente, como decisión de autoridades en turno, sin un profundo análisis de las condiciones y necesidades del sistema para el que fueron propuestos.

         Resulta difícil establecer que la innovación pueda presentarse, de manera segura, por alguna de las vías señaladas, aunque cualquiera de ellas podría favorecerla, siempre y cuando se den condiciones que eviten los riesgos que acaban de mencionarse.

         Si se habla específicamente de innovación educativa, ésta involucra entonces alguna forma de intervención de la práctica educativa que es objeto de innovación. La intervención se concreta en una serie de acciones estructuradas con cierta lógica y orientadas a producir cambios relevantes en dicha práctica.
                  
         Genera conocimiento acerca del objeto de innovación y de sus posibilidades de transformación. Por su naturaleza, los procesos de innovación en el ámbito educativo se identifican con la investigación orientada a la transformación de las prácticas educativas.

         Escudero concluye afirmando que hablar de innovación educativa significa referirse a proyectos socioeducativos de transformación de nuestras ideas y prácticas educativas en una dirección social e ideológicamente legitimada, y que esa transformación merece ser analizada a la luz de criterios de eficacia, funcionalidad, calidad y justicia y libertad social.

DE DON DE SURGE

         La educación, en su significado más amplio, es la primera condición de la vida social para actuar respecto a si mismo y a sus semejantes; es un proceso permanente que contribuye al desarrollo de las capacidades del individuo y a la transformación social.

         Según la UNESCO, “la educación es una vía, ciertamente entre otras, pero más que otras, al servicio de un desarrollo humano mas armoniosa, más genuino, para hacer retroceder a la pobreza, la exclusión, las incomprensiones, las operaciones, las guerras….”. Esta concepción pone acento en el valor transformador de la educación y viene a coronar sus finalidades desde que surge como esa primera condición de convivencia de la especie humana.

         La educación organizada, es decir, la relacionada con los establecimientos de enseñanza, ha variado según los países y las épocas. Cada sociedad cuenta con un sistema de educación que impone a sus individuos. La mayoría de los sistemas educativos incluido el mexicano, se configura por 2 bloques: educación básica (primaria y secundaria) y educación media superior y superior.

         Este modelo, objeto de políticas distintas, se modifica conforme crece la escolarización y cambia las necesidades de la sociedad. Paralelamente se crean escuelas normales para la formación de maestros.  En México los maestros se reclutaban de los egresados de primaria y secundaria (solo desde 1975 se exigió la licenciatura).

         La educación moderna (siglo XIV y XV), está ligada a los grandes descubrimientos e la época: la brújula, la imprenta y las armas de fuego. A medida que las invenciones y los descubrimientos se maternizaban en aportes prácticos. Cambia la educación y sus modelos de aprendizaje. Así,  ha ocurrido a lo largo de la historia. Con la educación universal, libre, sostenida por los estados, surge una pedagogía moderna en la que campean los nombres de Komensky (s. XVIII), Pestalozzi (1746-1827), Rousseau (s. XVIII), y los grandes formadores como J.F. Herbart (1776 -1841); F.B. Froebel (s. XIX); E. Durkheim (1858 -1917);                            J. Piaget (s.XX), etc.

         Las doctrinas pedagógicas de J. Dewey (1859) y Ovide Decroly (1871 -1932) revolucionaron la enseñanza. Dewey introdujo el principio de la acción para traer al alumno al conocimiento de la realidad y Decroly: “La escuela para la vida por la vida”.

         En sus enseñanzas se inspiro la educación mexicana durante el primer proyecto educativo.  Un lugar permanente en la historia de la educación lo ocupa María Montessori (1870-1952), quien amplio el horizonte mental del niño y nutrió su espíritu al crearle el medio idóneo para satisfacer sus necesidades de experimentar, actuar y similar espontáneamente.

         Los impulsos renovadores de los sistemas educativos surgen después de dos guerras mundiales cuando se especializa la educación (técnicas para invidentes, sordomudos y niños de lento aprendizaje), se extiende a la educación adulta (escuelas nocturnas, clases por correspondencias y cursos universitarios para alumnos en edad extraescolar) y se crea la educación audiovisual, la cultura de la imagen.

         Con el desarrollo de los medios de difusión, se ha enriquecido el material de instrucción e audiovisual, con películas, grabados, transparencias y programas de radios y televisión.

         La educación progresa y se modifica con los nuevos descubrimientos científicos - tecnológicos y también con los aportes metodológicos de los grandes educadores. Al respecto conviene mencionar el nombre del brasileño Paolo Freyre quien revoluciono el concepto de la educación (educación libertadora), contempla como un compromiso ético-moral con la sociedad, una práctica de liberación personal y colectiva (educar-educando). El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, creado en México en 1979, tuvo como base esa enseñanza.

         Con la revolución científica-tecnológica de las últimas décadas del siglo se han ampliado en forma impresionante las posibilidades de comunicación, que no solo son más rápidas, si no que se organizan de formas distintas, a través de redes de proceso de datos; sistemas de base de datos, sistemas teletex, redes de ordenadores on-line (internet), etc. Que permiten traducir los resultados de la investigación en nuevas acciones.

         Estas tecnologías han transformado, radicalmente, las dimensiones de las redes sociales, cuyas prioridades son ahora el conocimiento (sociedad del conocimiento) - de donde proviene los cambios-, y los servicios al hombre: salud, educación, servicios sociales y profesionales (sistemas analíticos, computadoras, desarrollo científico). Los nuevos descubrimientos han globalizado y comercializado, no lo la economía, la cultura, la educación y el conocimiento.

         Estas transformaciones obligan a INNOVAR, radicalmente, la naturaleza de la educación y los conceptos de enseñanza - aprendizaje. La informática, base de una nueva tecnología intelectual, ha evolucionado la forma de acceder a los conocimientos, a su organización, procedimiento y control. Ha modificado la enseñanza abierta y a distancia y ha reforzado el auto aprendizaje. Aprender aprender no solo en las aulas, sino en todos los espacios de convivencia social. A prender por diversos conductos y en el curso de toda la vida, en forma libre y creativa.
         Los avances tecnológicos plantean grandes desafíos a la educación, llamada hacer un instrumento de justicia social para la construcción del futuro. El conocimiento y la información deberán ser ahora “instrumentos fundamentales de la relación de los individuos con sus entornos sociales, naturales y tecnológicos”.

         La importancia estratégica del conocimiento en las actuales sociedades obligan a renovar sus contenidos: la forma de producirlo (y los lugares donde se producen), transmitirlo y distribuirlo, equitativamente, entre los diversos grupos  sociales. Estas deben ser las metas de la innovación educativa que habrá de orientare hacia la eficiencia interna y la interacción global, hacia un cambio de relación socialmente productiva entre educación y conocimiento.

         Se trata de que la educación pueda convertir al conocimiento en algo más que in instrumento, llevándolo al plano de la libertad,  y la creatividad; es decir, integrar la capacidad para hacer y la capacidad para ser, propiciando la realización individual y la proyección social del individuo autónomo hacia su grupo, en una relación constructiva y fraterna.

         Para adecuar la educación a la alta tecnología hay que innovar los modelos tradicionales educativos desde esa perspectiva integradora y fortalecer los niveles medio superior y superior de la educación, que son los que proporcionan los profesionistas y técnicos que demandan las sociedad en su actúa etapa de desarrollo.

         El Modelo Educativo propone una concepción del proceso educativo que contrasta fuertemente con las prácticas actuales del Instituto. En este modelo se promueve una formación integral y de alta calidad, centrada en el aprendizaje del estudiante. Para lograr esto se requiere de programas formativos flexibles que incorporen la posibilidad de tránsito entre modalidades, programas, niveles y unidades académicas, así como la diversificación y el robustecimiento de los espacios de aprendizaje, además de cambios sustanciales en los enfoques didácticos que propicien una cultura de la innovación, la capacidad creativa e impregnen todos los procesos con el uso responsable de las TIC.

         La formación que resulte de la aplicación del modelo debe facultar a sus egresados para seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida y para sobresalir en el ejercicio de su profesión en el país y fuera de él. El modelo no se limita a la formación, sino que se ocupa de las otras funciones, como la investigación, la vinculación, la extensión y la difusión, intensificando la relación del Instituto con la sociedad a la que sirve.



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